miércoles, 25 de marzo de 2015

Estado actual de los Océanos en México

 Aunque nuestro planeta se llama Tierra, si hacemos honor a la realidad, su nombre debería ser Agua. Visto desde el espacio, nuestro planeta está cubierto y rodeado por un manto azul. Los continentes se ven diminutos, cercados por los océanos que los rodean, por la inmensidad del reino marino.
De hecho, 80 por ciento de la vida del planeta puede ser encontrada serpenteando entre las olas y el vasto mar.
Los océanos nos proveen de recursos vitales, entre ellos más de la mitad del oxígeno y alimentos, además de que mantienen circulando flujos de energía y masas de agua que hacen posible la vida en la Tierra. En pocas palabras, sin los océanos no habría vida en la Tierra.
La ubicación geográfica de México, entre las influencias oceánicas del Atlántico centro-occidental y del Pacífico centro-oriental, explica en gran medida su enorme diversidad biológica y ecosistémica. La mayor parte de la superficie del planeta Tierra (70.8%: 362 millones de km2) está cubierta por océanos y mares.
Los océanos ocupan un enorme espacio favorable para el desarrollo de la vida. A la vez determinan los climas y el tiempo, y son el motor que transporta el calor y el agua dulce de la atmósfera. En suma, contribuyen enormemente a la biodiversidad del planeta. El mar como la tierra, es heterogéneo y presenta varios tipos de ecosistemas. Los marinos se clasifican relacionándolos con las zonas de vida (ej.: pelágicos, asociados a las masas de agua, y bentónicos, asociados a los fondos marinos), con los biotopos (de fondos y litorales arenosos, rocosos, etc.) o con las biocenosis características (ecosistemas de arrecifes de coral, de manglares, etc.). A su vez, cada zona se diferencia en costera (nerítica), oceánica o marina, según se ubique respecto a la plataforma continental. En otras ocasiones la clasificación se basa en la disponibilidad de luz para la fotosíntesis y distingue dos zonas: la eufótica y la afótica; en esta última habitan organismos que viven en permanente oscuridad y por lo tanto dependen del aporte de energía de otros sistemas.

México es considerado como el segundo país con mayor variedad de ecosistemas, terrestres y acuáticos.
En el ámbito marino, México posee 11 122 km de litoral continental y 5 127 km² de superficie insular. Nuestro país cuenta con cerca de 3 149 920 km² de zona económica exclusiva y 231 813 km² de mar territorial. Este último ocupa una franja marina de 22.2 km del litoral continental, 68% corresponde a las costas e islas del Océano Pacífico y del Golfo de California, y 32% a las costas, islas y cayos del Golfo de México y del Mar Caribe. Además, esta zona marítima cuenta con 500 000 km² de plataforma continental, 16 000 km² de superficie estuarina y más de 12 000 km² de lagunas costeras, lo que da a México un lugar destacado en el potencial de diversidad que resguardan sus ecosistemas tanto costeros como marinos e insulares. Entre los ecosistemas marinos se encuentran los arrecifes coralinos, las zonas de surgencia, los sistemas hidrotermales y las trincheras marinas, además de la región bentónica, ecosistemas asociados a la profundidad y a las condiciones lumínicas a lo largo de la plataforma continental, desde la costa hacia mar adentro.
En 2004, el INE (Instituto Nacional de Ecología) realizó el Diagnóstico Ambiental del Golfo de México con un enfoque transfronterizo e interdisciplinario para orientar la toma de decisiones dirigidas a prevenir, reducir y controlar la degradación del medio marino y costero, incluyendo los aspectos físico-químicos; la biota; los ecosistemas; los impactos y el manejo de la zona costera, y los aspectos socio-económicos. Las islas son un componente que abarca diversos ecosistemas en función de su tamaño, latitud, altitud y demás factores abióticos y climatológicos, muchos de los cuales representan importantes centros de endemismo para plantas y animales, debido a procesos de aislamiento de poblaciones y especiación alopátrica in situ. Actualmente se reportan 1 365 elementos insulares, de los cuales 1 218 son islas, 75 arrecifes y bajos, 31 islotes, 17 cayos, 12 rocas, 8 barras, 3 morros y un banco .A la fecha se cuenta con datos de 2 450 especies marinas y 1 937 especies terrestres registradas en 151 cuerpos insulares, principalmente islas. Gran cantidad de islas mexicanas son reconocidas internacionalmente por la relativa integridad natural de sus ecosistemas, al funcionar como laboratorios naturales para el estudio de especies endémicas. A pesar de que parte de la vegetación de las islas se relaciona fisonómicamente con los tipos de vegetación continental, poseen características estructurales y concentraciones de endemismos que merecen una mención aparte. En el litoral Pacífico la mayor parte de las islas se encuentran en la región noroeste, la cual comprende el Golfo de California y la costa oeste de la Península de Baja California. En esa región existen cerca de 900 islas e islotes, entre ellas las mejor conservadas de México. Estas islas son ricas en endemismos, principalmente de cactáceas, reptiles y mamíferos. Además, son importantes sitios de anidación de aves marinas, hogar de poblaciones de lobos marinos y hábitat de vegetación dominada por cactáceas columnares candela briformes
México posee una extensión considerable de arrecifes de coral cuya biodiversidad varía de una zona costera a otra en los tres mares principales que rodean al país. Por un lado, los arrecifes coralinos del océano Pacífico mexicano son pequeños y están geográficamente aislados entre sí. Por su parte, los arrecifes del Golfo de México se encuentran divididos en dos regiones principales: la costa de Veracruz (Sistema Arrecifal Lobos-Tuxpan y Sistema Arrecifal Veracruzano; localizados entre los 19º y 21º de latitud Norte) y el Banco de Campeche (arrecifes insulares relativamente aislados situados entre los 20º y 22ºN). En tercer lugar, los arrecifes del Caribe constituyen una parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano (ubicado entre los 18o y 20oN), la segunda más grande barrera arrecifal del mundo, después de la de Australia. La riqueza biológica es alta, con aproximadamente 60 especies de corales duros y blandos y un centenar de tipos de peces. En el ámbito marino, en el nivel I (escala 1:1 000 000) se reconocen ocho ecorregiones: Pacífico Transicional de Monterrey, Pacífico Sud-Californiano, Golfo de California, Golfo de México Norte, Golfo de México Sur, Mar Caribe, Pacífico Centroamericano y Pacífico Transicional Mexicano. En ellas se encuentran dispuestos los 105 sitios marinos prioritarios reportados para México que representan aproximadamente 34 millones de hectáreas, de los cuales 79 sitios (84.14%) corresponden a ambientes costeros y de margen continental, que incluyen diversos elementos insulares y 26 sitios (13.86%) de mar profundo. Específicamente en la superficie total, que comprenden los 1 365 cuerpos insulares, 90.2% se encuentra traslapado con áreas determinadas como sitios marinos prioritarios.

                                       ECORREGIONES DE MÉXICO

La evaluación detallada de estos sistemas, tanto terrestres como marinos, se está realizando en el marco de los análisis de vacíos y omisiones que coordinan CONABIO y la CONANP

Oceanografía física Pacífico Mexicano El Pacífico en su parte correspondiente a la ZEE de México, abarca más de 2.3 millones de km2 de extensión con una línea de costa de 7 146 km de longitud. Esta zona oceánica cuenta con una batimetría muy variable: la máxima profundidad registrada se encuentra frente a las costas de Chiapas y Oaxaca en la fosa de Tehuantepec, con más de 6 000 m; más de 80% del fondo marino sobrepasa los 2 000 m, 6% se ubica entre los 1 000 y 2 000 m, poco más de 6% entre 200 y 500 m, y sólo 6.5% a menos de 200 m . Desde la visión de tectónica de placas, el Pacífico Mexicano está integrado por las placas del Pacífico Oriental, Cocos y Pacífico Norteamericana. Para la placa Pacífico Oriental de norte a sur, las principales subplacas son Borderland, Guadalupe, Arrugado y la porción sur de Baja California donde se localizan las fracturas de Molokai, la depresión de Liches, el sistema de fallas de Agua Blanca, San Andrés, Santo Tomás, Tosca, Alijos, Ulloa Calafia y Abanico de Magdalena. En el Golfo de California, que también forma parte de la placa del Pacífico Oriental, se encuentran las fallas transformantes de las cuencas de Guaymas, Carmen, Farallón y Pescadero que conectan a esta placa con la zona del rift y a esta última con la placa de Cocos. Hacia el sur, se encuentran las placas Rivera y Cocos, la convergencia de esta última con la placa Norteamericana origina una zona de subducción que como resultado del movimiento de las placas tectónicas forma la Trinchera Mesoamericana, así como las fosas de Manzanillo, Petacalco, Acapulco y Ometepec.
Oceanográficamente, el Pacífico Mexicano se divide en tres grandes regiones:  el Pacífico Noroeste, que corresponde a la costa occidental de la península de Baja California;  el Golfo de California, que incluye la parte interna de la península hasta cabo San Lucas y del lado continental las costas de los estados de Sonora, Sinaloa, Nayarit y norte de Jalisco; y  el Pacífico Tropical, que abarca desde Cabo Corrientes en el estado de Jalisco hasta el estado de Chiapas en la frontera conGuatemala. Entre las corrientes más importantes que confluyen en esta zona están la corriente de California proveniente de Alaska, de temperaturas bajas, que se incorpora a la Corriente Norecuatorial. En sentido contrario viaja la Contracorriente Ecuatorial, que se desplaza paralelamente al Ecuador desde Asia a través del Pacífico central, con aguas de temperatura tropical cálida.


Golfo de California
El Golfo de California, también conocido como Mar de Cortés, es una extensión del Océano Pacífico ubicada entre la Península de Baja California y el noroeste de México. Tiene una longitud de 1 203 km y su anchura varía de 92 a 222 km. En esta región, existe la influencia de todas las corrientes del Pacífico Oriental que provienen del norte; su patrón de circulación está relacionado al sistema de vientos locales, los cuales vienen del NW en invierno, y en verano provienen del SE conjuntamente con masas de aire húmedo que se introducen al golfo para originar precipitaciones. La combinación del régimen de los vientos y las características topográficas, juegan un papel importante en la circulación y en las surgencias Los procesos oceanográficos presentes en el Golfo de California son relevantes debido a que promueven la elevada productividad biológica de la región de diversas formas. Se trata de una región cuya energía cinética elevada ocasiona grandes concentraciones de fitoplancton, lo que a su vez genera cadenas alimenticias complejas y exitosas. En la región media del golfo, las corrientes de marea son muy intensas y ocasionan una profunda mezcla de la columna de agua, cuyos efectos son similares a aquellos generados por la existencia de una surgencia permanente. De lo anterior se deriva que la productividad primaria de la región sea elevada y a su vez sea la base de las elevadas densidades y diversidades de invertebrados y vertebrados marinos. Al sur de esta región, entre las islas Ángel de la Guarda y Tiburón los umbrales son muy pronunciados y separan las cuencas profundas del sur de las regiones someras del norte. Aquí se forman corrientes de marea muy fuertes, principalmente en los canales.

Golfo de México
El Golfo de México forma parte de la región del Gran Caribe y se le considera la cuenca de aguas protegidas más grande del Océano Atlántico con 1.8 millones de km2 (de la Lanza 1991). Es un sistema semi-cerrado con una entrada de agua oceánica por el Mar Caribe a través del Canal de Yucatán, que tiene una profundidad de 1 900 m, y con una salida al Océano Atlántico a través del Estrecho de la Florida, entre la Península de Florida y Cuba, en donde la profundidad es de alrededor de 900 m. El Golfo alcanza los 3 700 m, en su parte más profunda en la fosa de Sigsbee y los 200 m en sus grandes extensiones de plataforma continental. Las plataformas más extensas son las que se encuentran al norte de la Península de Yucatán, al oeste de la Península de Florida y al sur de los Estados de Texas y Louisiana. Tectónicamente, se ubica en la placa de Norteamérica.

Mar Caribe

El Mar Caribe pertenece al Océano Atlántico y está situado al este de América Central con una extensión de 2.8 millones de km2 . Este mar constituye una de las más accidentadas y complejas topografías submarinas del mundo. El Caribe se caracteriza por lo reducido de su plataforma continental y por tratarse de un mar tropical profundo –7 535 m en la fosa de las Caimán, sobrepasando 3 600 m en la mitad de su extensión y 75% de ella a más de 1 800 m, presenta una baja productividad biológica y, consecuentemente, es relativamente pobre en pesca salvo en las zonas arrecifales.


La biodiversidad marina de México se encuentra amenazada por diversas actividades humanas. Los principales factores que la afectan negativamente son la contaminación y las actividades pesqueras sin criterios ecológicos que permitan su sustentabilidad. Mientras aumenta la demanda por recursos turísticos y alimenticios, entre otros, la presión sobre las costas y mares mexicanos se incrementa, por lo que resulta fundamental priorizar las zonas de mayor importancia para su conservación. La cifra de 10% que se propuso en el Congreso Internacional de Parques en Venezuela, en 1992, para lograr tener sistemas representativos de áreas protegidas, ha sido puesta a debate ante la evidencia de que no están protegidas todas las especies y ecosistemas críticamente amenazados, a pesar de que actualmente se estima que a escala mundial la superficie protegida es de 11.5%, con biomas cuya cobertura varía de 4.6 a 26.3%. Si bien la principal estrategia para la conservación en México ha sido el establecimiento de áreas protegidas (AP), los ecosistemas marinos se encuentran subrepresentados y el sesgo es más evidente cuando se considera toda la ZEE, ya que sólo 1.38% de los ambientes oceánicos está protegida bajo algún decreto de AP. Resulta fundamental que la expansión de los sistemas de AP se haga de una forma estratégica, en aquellos sitios con mayor diversidad que enfrentan las mayores amenazas o en aquellos ecosistemas que cumplan con los criterios de alta riqueza de especies, conectividad o aislamiento.

Hasta la fecha, la mayor parte de la conservación marina se ha enfocado en la necesidad de proteger lugares importantes para el desarrollo y reproducción de algunas especies carismáticas, así como en el manejo de recursos marinos. Sin embargo, específicamente en el caso de los ambientes marinos, es necesario retomar el concepto de áreas basadas en ecosistemas donde se debe considerar tanto el manejo de los sistemas ecológicos y la función del ecosistema mismo, como a las especies individuales que lo conforman.



Referencias: www.biodiversidad.gob.
                     www.conabio.gob
                      www.conabio.gob.mx/institucion/cooperacion

Tovar Toriz Alejandra    512
Sosa Montes Monica Ximena    512

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